Informes llegados desde España en los últimos días describen una grieta creciente en el vestuario del Real Madrid. La chispa fue el empate 2-2 ante el Elche, el tercer partido seguido sin victoria tras un empate con el Rayo Vallecano y la derrota en la Champions League contra el Liverpool. Según El Partidazo de COPE, las frustraciones internas, que habían estado acumulándose, estallaron en facciones bien definidas dentro del plantel.
El origen de la tensión
El medio citado apunta directamente a un grupo de seis futbolistas que habrían mostrado desacuerdo con las decisiones tácticas y el manejo de Xabi Alonso:
- Fede Valverde
- Vinicius
- Rodrygo
- Brahim Díaz
- Endrick
- Ferland Mendy
En el centro del malestar aparece Vinicius: según los reportes, ha sido dejado fuera del once titular en múltiples ocasiones esta temporada y sólo ha completado los 90 minutos en cuatro partidos. Su supuesta insatisfacción con el rol y la gestión técnica ha sido señalada como el detonante de una división más amplia.
La tensión, dicen las crónicas, viene de lejos. En el verano, durante la semifinal del Mundial de Clubes, Alonso habría querido inicialmente sentar a Vinicius y finalmente lo colocó en la banda derecha —una posición que el brasileño rechaza—. Desde entonces, la reducción de minutos y las rotaciones repetidas habrían sido interpretadas por el jugador como una pérdida de confianza.
El episodio más visible tuvo lugar en El Clásico, cuando Vinicius reaccionó con enojo al ser sustituido y luego ofreció una disculpa pública que, aunque dirigida a compañeros y club, no mencionó a Alonso, gesto que algunos entendieron como deliberado. Ese conflicto también habría paralizado las negociaciones para la renovación de su contrato: los informes sostienen que Vinicius frenó las conversaciones y comunicó a Florentino Pérez que no firmará a largo plazo mientras no se solucione la situación con el cuerpo técnico.
Los bandos en Valdebebas
Frente a ese grupo crítico, el periodismo español apunta a otro bloque de jugadores que respaldan con firmeza al entrenador. Entre ellos se mencionan:
- Kylian Mbappé
- Thibaut Courtois
- Arda Güler
- Dean Huijsen
- Álvaro Carreras
El apoyo de ese segundo grupo llega en un momento delicado para el exentrenador del Bayer Leverkusen. Pese a la caída de rendimiento reciente, el equipo aún lidera La Liga, tras ganar 10 de los primeros 11 partidos, y mantiene una ventaja mínima —según los reportes, un punto— sobre el Barcelona. Aun así, la narrativa de que Alonso “ha perdido el vestuario” ya circula, una etiqueta especialmente complicada en la historia del club.
Riesgos deportivos y calendario crítico
La fractura interna trasciende los enfrentamientos personales y amenaza la armonía del proyecto deportivo en un tramo clave de la temporada. El Real Madrid necesita resultados y unidad: la siguiente prueba apuntada por los medios es el choque de Champions League contra el Olympiacos, calificado como “prueba crucial”. Una derrota podría intensificar las dudas sobre la continuidad del entrenador apenas meses después de su llegada.
Con enero acercándose, el club afronta la posibilidad de tomar decisiones drásticas si la brecha se agranda y las conversaciones para la renovación de Vinicius no avanzan. La historia reciente del Madrid demuestra que, al final, los resultados, la fortaleza del vestuario y el peso de las figuras suelen decidir la permanencia de un técnico.
Qué está en juego
- Para Alonso: recuperar autoridad y orden táctico antes de que la división se institucionalice.
- Para Vinicius: resolver su rol dentro del equipo y definir su futuro contractual.
- Para el club: mantener la cohesión y competir por títulos sin que los problemas extradeportivos condicionen la temporada.
El Real Madrid entra en un tramo decisivo: la presión está encima del banco y del vestuario por igual. El modo en que se resuelva esta tensión marcará, posiblemente, el rumbo del club en los próximos meses.