Un historial que pesa — pero no lo explica todo
A simple vista, la estadística entre Chelsea y Barcelona resulta abrumadora a favor del conjunto catalán. En siete enfrentamientos, el Barça celebró cinco victorias, firmó un empate y solo cedió una derrota; el marcador global dice 16 goles a favor de las españolas por cuatro de las blues. Pero, como suele ocurrir en el fútbol, los números no siempre cuentan toda la historia y conviene mirar con más detalle.
Resultados clave y precedentes
- El único triunfo del Chelsea llegó en la temporada 2023-24, un histórico 1-0 obtenido en Cataluña.
- El Barcelona ganó en las tres visitas a Stamford Bridge y se impuso en el único duelo a partido único entre ambos: la final de la Champions 2020-21.
- La temporada pasada, las catalanas infligieron una derrota global de 8-2 a las campeonas inglesas en la eliminatoria, un golpe que resonó especialmente porque aquel Chelsea no perdió encuentro doméstico durante todo el año.
- La llegada de Sonia Bompastor, con pasado victorioso en Lyon —ella guió al equipo francés en la final 2021-22 frente al Barça—, fue una de las incorporaciones pensadas para darles herramientas europeas.
La situación del Barça: talento arriba, fragilidad atrás
Si en términos de once inicial el Barcelona probablemente siga teniendo una plantilla de primera línea mundial —la goleada 7-1 al Bayern en la apertura de su campaña de Champions es prueba irrefutable—, su profundidad es hoy un problema real. La crisis financiera del club, ampliamente documentada en el ámbito masculino, empezó a pasar factura al equipo femenino.
Plantilla reducida y comparaciones
- Al inicio de la temporada 2025-26, el Barça contaba con apenas 18 jugadoras senior.
- Comparación con otros clubes: Chelsea 27, Bayern Múnich 24, Arsenal 23, Lyon 22 y Manchester United 20 (este último debutando en la competición esta temporada).
Esa falta de fondo de armario ya dejó huella: el Barça sufrió su derrota más temprana en la Liga F en 11 años el mes pasado, y la necesidad de competir en cuatro frentes obliga a rotaciones y a veces a colocar a futbolistas en posiciones no naturales.
Lesiones que alteran el plan
- Patri Guijarro, posiblemente la mejor mediocampista defensiva del planeta, estará fuera hasta el Año Nuevo por una fractura por estrés en su pie derecho.
- Salma Paralluelo, la joven delantera con gran proyección, podría perderse hasta después del receso invernal por una lesión de rodilla.
- Ewa Pajor, que marcó más de 50 goles entre club y selección la temporada pasada, acaba de volver de lesión y festejó con un doblete frente al Real Madrid el sábado.
Son pérdidas de piezas de alta jerarquía que obligan al Barça a confiar en jugadoras jóvenes y menos experimentadas en escenarios de máxima exigencia.
Una oportunidad servida al Chelsea
Todo lo anterior suena como música para los oídos del Chelsea. La cita, además, es a partido único y en casa: una circunstancia que, sobre el papel, nivela la balanza. Si los Blues pudieran elegir, jugarían siempre así: en un solo partido y ante su público. Ya demostraron que pueden competir y ganarles a las catalanas en una jornada, aunque nunca han sumado esa ventaja en una eliminatoria de ida y vuelta.
Contexto interno del Chelsea
- El Chelsea es la fuerza dominante en Inglaterra y ha conquistado 13 de los últimos 18 galardones domésticos en disputa.
- Sin embargo, arrancó la fase de grupos con un tropiezo inesperado: dejó puntos contra el Twente en la primera jornada.
- En lo local acumula dudas tras empatar fuera contra Arsenal y, posteriormente, 1-1 en Liverpool; por primera vez desde 2021-22 dejó puntos en encuentros ligueros de manera consecutiva, y el Manchester City aprovechó para abrir una distancia de tres puntos en la cima.
Un triunfo sobre el Barcelona no tendría solo efecto inmediato: ayudaría a recuperar la confianza frente a un rival que históricamente les exige lo mejor.
Lo que está en juego, ahora y a futuro
En la fase de la liga de la Champions, solo los cuatro primeros avanzarán automáticamente a la siguiente ronda, y el Chelsea está en desventaja tras su tropiezo inicial. Un resultado positivo frente al Barça daría un impulso decisivo en su pelea por estar entre esos cuatro y, a la vez, reforzaría la convicción de que pueden aspirar al título europeo que se les sigue resistiendo.
El Barça, por su parte, ha sido el rival que frustró ese sueño europeo a las londinenses en cuatro de las últimas cinco temporadas. Vencer a las catalanas, aunque no estén en su mejor momento, tendría un valor simbólico enorme para un Chelsea que quiere borrar una tendencia y cambiar la narrativa de cara a eliminatorias futuras.