Cuando el vestuario estalla: algunas de las peleas internas más recordadas del fútbol
Los enfrentamientos entre compañeros de equipo son episodios que siempre sacuden a los clubes y a sus hinchas. Desde empujones en el entretiempo hasta peleas a puño limpio en el campo, la historia del fútbol está llena de incidentes que dejaron una imagen difícil de olvidar. A continuación, un repaso periodístico y conciso de varios de esos choques, con contexto, protagonistas y consecuencias.
Ricardo Fuller vs Andy Griffin (Stoke City, diciembre de 2008)
En plena etapa de Tony Pulis al mando del Stoke City, el equipo se ganó la fama de duro y físico. Sin embargo, en diciembre de 2008 dos jugadores del once titular protagonizaron un altercado que recordó al choque reciente entre Gueye y Keane en Old Trafford. Tras un mal despeje del capitán Griffin dentro del área que permitió a Carlton Cole empatar para el West Ham, el delantero Ricardo Fuller increpó al defensor. La discusión terminó cuando Fuller le propinó una bofetada a su propio capitán; el atacante fue contenido por sus compañeros y vio la tarjeta roja. Un desenlace desagradable para un equipo acostumbrado a la confrontación.
Emmanuel Adebayor vs Nicklas Bendtner (Arsenal, enero de 2008)
Dos excompañeros del Arsenal que no ocultaron sus tensiones vivieron un episodio fogoso en enero de 2008. Con el Arsenal perdiendo 5-1 (4-1 en el momento del enfrentamiento) ante el Tottenham en la semifinal de la Copa de la Liga en White Hart Lane, Adebayor y Bendtner se encararon en el campo de entrenamiento: hubo empujones y el danés terminó con la nariz sangrando después de un choque con la cabeza de Adebayor. Bendtner reconoció en una entrevista con The Athletic que «no se llevaba bien en absoluto» con el togolés durante su etapa en el Emirates.
Hugo Lloris vs Son Heung-min (Tottenham, julio de 2020)
En el marco del ‘Project Restart’ tras la pausa por la pandemia, Hugo Lloris y Son Heung-min protagonizaron una discusión acalorada en el descanso de un partido contra el Everton. Lloris reprochó a Son por no retroceder en una jugada defensiva, se acercó al surcoreano al finalizar la primera mitad y lo empujó varias veces mientras le gritaba. El documental All or Nothing mostró que la pelea continuó en el vestuario; Lloris llegó a exclamar: «¡Corre! ¡Falta un minuto, casi concedemos un gol! Corre por el equipo». Serge Aurier y el entrenador José Mourinho tuvieron que intervenir para separar a ambos. El partido terminó 1-0 a favor del Tottenham y, al final, Lloris y Son se abrazaron.
Frank Ribéry vs Arjen Robben (Bayern, semifinal de Champions, abril de 2012)
La famosa dupla ‘Robbery’ dominó la Bundesliga y Europa, pero no estuvo exenta de tensiones. En la vuelta de la semifinal de Champions en el Bernabéu, con el Bayern perdiendo 2-1 (3-3 en el global), se desató una discusión por quién debía ejecutar un tiro libre. Según las crónicas, Ribéry llegó a golpear a Robben cuando la disputa estalló a puerta cerrada. Robben describió el episodio años después como una «explosión» que, sin embargo, acabó fortaleciendo la relación entre ambos: «Siempre nos hemos llevado muy bien y explotó entre nosotros una vez», dijo en Sky Deutschland. Ribéry añadió: «A veces estas cosas pasan en el fútbol».
Graeme Le Saux vs David Batty (Blackburn, Liga de Campeones 1995-96)
Durante la campaña del Blackburn en la Champions, en un frío partido en Moscú contra el Spartak, se vivió una pelea que quedó para la memoria por su crudeza. Menos de cuatro minutos después del inicio, Le Saux y Batty chocaron tras ir por el mismo balón y la discusión terminó en puños: Le Saux lanzó golpes a Batty hasta que Tim Sherwood intervino. El árbitro, en un gesto propio de otra época, no sancionó la refriega en el acto. Luego, Le Saux fue famoso por gritarle al mediocampista «que te j*dan» y más tarde contó en su libro que la tensión entre ambos venía acumulándose fuera del campo.
Zlatan Ibrahimović vs Oguchi Onyewu (AC Milan, noviembre de 2011)
Pocos se han enfrentado con la misma intensidad a Zlatan Ibrahimović, pero Oguchi Onyewu plantó cara durante un entrenamiento en Milanello en noviembre de 2011, tras una entrada que terminó con el tobillo del sueco resentido. Lo que siguió, según testimonios, fue una pelea «loca y furiosa»: Onyewu tumbó a Ibrahimović y estuvo a punto de golpearlo antes de que compañeros y staff intervinieran. En su autobiografía, Zlatan relató que se dieron cabezazos y que la trifulca fue «como de vida o muerte», una escena que obligó a separar violentamente a ambos jugadores.
Adrien Rabiot vs Jonathan Rowe (Olympique de Marseille, verano de 2025)
Una disputa reciente que sacudió al fútbol europeo ocurrió en agosto de 2025 en el vestuario del Olympique de Marseille, tras una derrota 1-0 en Rennes. Según la reconstrucción, Rabiot cuestionó el compromiso de Jonathan Rowe, lo que derivó en insultos y en una pelea a golpes delante del cuerpo técnico, directivos y compañeros. Roberto De Zerbi calificó la escena como una «pelea de pub inglés» y el club informó que varios protagonistas fueron puestos en la lista de transferibles y finalmente vendidos. Hubo además reportes de una emergencia médica para Darryl Bakola durante el incidente; el presidente Pablo Longoria describió escenas «extremadamente violentas».
Lee Bowyer vs Kieron Dyer (Newcastle, St James’ Park, abril de 2005)
Posiblemente la pelea más infame entre compañeros en Inglaterra tuvo lugar ante 52.000 espectadores en St James’ Park. Con Newcastle perdiendo 3-0 ante Aston Villa y ya con diez hombres tras la expulsión de Steven Taylor, Lee Bowyer y Kieron Dyer se enfrentaron en pleno campo. Los dos se agarraron de las camisetas, Dyer asió la garganta de Bowyer y este le propinó dos fuertes golpes en la cabeza; el capitán del Villa, Gareth Barry, tuvo que separarlos. Ambos fueron expulsados: Bowyer recibió una suspensión de siete partidos y Dyer tres. Días después, el polémico episodio culminó con una foto oficial en la que ambos se mostraron arrepentidos y con la obligación de pedir disculpas públicas, mientras el entonces entrenador Graeme Souness atendía a los medios.
Conclusión
Estas historias muestran que, más allá del talento y la química en el campo, las relaciones dentro de un plantel pueden romperse de forma pública y dramática. Desde empujones en un entretiempo hasta peleas a puño limpio, los episodios citados recuerdan que la presión, la rivalidad y las expectativas pueden explotar en momentos inesperados, con consecuencias deportivas y mediáticas que a menudo superan al propio resultado del partido.