Noche amarga en Stamford Bridge: Barcelona se queda con diez y pierde 3-0

El viaje del Barcelona a Londres se convirtió pronto en una pesadilla. El equipo de Hansi Flick, que había arrancado con buenas sensaciones y ocasiones tempranas de Ferran Torres, terminó cayendo 3-0 ante el Chelsea tras quedarse con diez hombres en la primera mitad. La expulsión de Ronald Araújo, por doble amarilla, marcó el rumbo del encuentro y dejó al conjunto catalán en inferioridad durante más de una hora en un encuentro de la Champions League que necesitaban ganar.

La expulsión: dos tarjetas que cambian el partido

Araújo vio la primera amonestación por protestar y la segunda por una entrada fuerte a Marc Cucurella justo antes del descanso. Ese segundo gesto, según admitió el propio entrenador, no debió producirse. La roja obligó al Barça a replegarse y pasó factura en el control del partido y la iniciativa sobre el césped.

Las palabras de Flick tras el partido

En la conferencia posterior, Flick no ocultó su molestia con la acción del uruguayo y dejó claro que hablará con él: «No sé qué pasó con la primera tarjeta amarilla. Tengo que hablar con él y ver los videos, y la segunda no debía haber entrado así».

El técnico alemán reflexionó también sobre el desarrollo del duelo: «Empezamos bien, con buenas oportunidades, de Ferran, y luego con un jugador menos se volvió muy difícil. No tuvimos la intensidad necesaria, pero soy positivo con respecto al futuro».

Flick apuntó además aspectos individuales y colectivos: destacó el regreso de Raphinha y el buen momento de Marcus, pero subrayó errores en la posesión y falta de agresividad defensiva en una noche que no alcanzó.

La situación del Barcelona en la Champions

La derrota complica la campaña europea: Barcelona suma solo dos victorias en cinco partidos de la fase de grupos y acumula siete puntos, colocándose en una posición comprometida dentro de la tabla global del torneo. Para depender de sí mismo y aspirar a pasar directamente a octavos, el equipo debe ganar los tres choques que le quedan frente a Eintracht Frankfurt, Slavia Praga y Copenhague; de lo contrario el billete directo quedará muy lejos y podría tocarle la vía del playoff.

  • Dos triunfos en cinco partidos en la fase de grupos.
  • Siete puntos y una posición incómoda en la clasificación general.
  • Victorias obligatorias ante Eintracht, Slavia y Copenhague para mantener opciones reales.

Exigencia de intensidad y agresividad

Flick fue contundente sobre lo que pide a sus jugadores: más agresividad y dinamismo. «Será muy difícil terminar entre los ocho primeros, pero todo es posible. Necesitamos jugar con agresividad. Hemos visto a un Chelsea más dinámico, y eso es lo que quiero de mi equipo. Tenemos que luchar más y jugar con más agresividad», afirmó el entrenador, señalando que sin esos rasgos será complicado revertir la situación.

Mirada hacia el futuro: LaLiga y el Camp Nou como punto de inflexión

A pesar del traspié europeo, Flick cerró la comparecencia con un matiz optimista y confianza en la mejora del equipo en las próximas semanas. Con LaLiga como siguiente parada —un duelo ante el Alavés— y la necesidad urgente de recuperar sensaciones, el técnico confía en ver a un Barcelona distinto: «Veremos un Barça diferente, se lo puedo asegurar. Veo cómo entrenamos, la intensidad y la calidad, y es diferente de hace unas semanas… Tengo un buen presentimiento sobre esto».

En lo doméstico, los blaugrana marchan segundos en la tabla, a un punto del Real Madrid, y ahora deben compaginar las ambiciones ligueras con la apremiante misión europea. Todas las miradas se dirigirán al Camp Nou este fin de semana, donde una actuación convincente sería la primera señal de respuesta tras la dura noche en Londres.

Flick promete reacción

Con la eliminación directa todavía posible pero en juego, Hansi Flick se mostró decidido a trabajar con el grupo y con Araújo para evitar que errores individuales vuelvan a condicionar partidos clave. El mensaje es claro: la recuperación pasa por intensidad, disciplina y respuesta inmediata en el terreno de juego.