Un duelo con historia, rencores y urgencias en el Cilindro

En un Cilindro que promete estallar, Racing y River se vuelven a ver las caras en un mano a mano que trae todos los condimentos posibles: tradición y actualidad, roce y necesidad. El clásico más antiguo del fútbol argentino llega como una especie de final de octavos para ambos: para River, la oportunidad —y la obligación— de cortar una crisis de identidad y resultados; para la Academia, la búsqueda de revancha por heridas recientes.

La herida de Rosario y el antecedente que aún quema

El recuerdo del 2 de octubre en el Gigante de Arroyito, cuando Racing le ganó 1-0 a River por los cuartos de la Copa Argentina, sigue latente. Aquella noche terminó con un final tumultuoso: los jugadores de Racing y parte del cuerpo técnico de Costas, acompañados por sus hijos, fueron a recriminar a Marcos Acuña por lo que interpretaron como una provocación —el campeón del mundo hizo jueguitos con la cabeza mientras Racing buscaba el empate—. Esa imagen, junto al lamentable escupitajo de Balboa al Huevo, dejó en el aire un «to be continued».

Este lunes, desde las 19.15, la historia continúa en el Presidente Perón, que colgó el cartel de entradas agotadas luego de que Aprevide levantara la sanción al estadio.

El caso Salas: de conflicto a reencuentro tenso

Maximiliano Salas, el MS7 que rescindió su vínculo con Racing a mitad de año vía cláusula, será otra de las focos en Avellaneda. Jugará por primera vez en el Cilindro con la Banda: hace menos de un año convirtió el gol que le dio a Racing ese 1-0 frente a River y, en el último duelo, volvió a ser verdugo de su ex equipo con el mismo resultado. Salas no celebró y evitó responder las agresiones, pero ya sabe lo que es escuchar en una cancha el cántico de rechazo: en Rosario Central le entonaron «el que no salta, es un traidor».

La salida de Salas desató cruces picantes entre ambas dirigencias y sigue alimentando la tensión, algo que Costas no esquivó al afirmar que «nos dividieron», una crítica lanzada incluso antes de conocerse que el rival de octavos sería River.

River: más allá del rival, la pelea contra sí mismo

En Núñez también hubo episodios polémicos: el regreso prematuro de Juanfer Quintero tras romper aquel «pacto de caballeros» que había sellado con Diego Milito sumó capítulos al historial reciente entre los clubes. Pero, aun con ese contexto, el verdadero enemigo para el equipo de Gallardo es River mismo. Atrapado en un pozo de rendimiento individual y colectivo, con decisiones discutidas del Muñeco, el equipo no logra salir de una crisis que además se traduce en falta de gol —hace más de un mes y cuatro partidos que no convierte— y lo dejó al borde de quedar fuera de la próxima Copa Libertadores (la derrota de Central este domingo cerró una puerta).

Ganar el clásico debería significar detener la hemorragia y renovar energías, aunque la victoria frente a Racing en la Copa Argentina no fue suficiente para cambiar la tendencia.

Recuperaciones y detalles tácticos

Para este duelo, River contará con la vuelta de Montiel tras su lesión, y con Acuña y Martínez Quarta ya cumplidos en su fecha de suspensión. En Racing, Costas recupera a varios jugadores, entre ellos Santiago Sosa, que reaparecerá con una máscara. La mitad de la cancha de la Academia se perfila de gala con Nardoni y Almendra acompañando a Sosa.

Formaciones posibles

  • Racing: Cambeses; Mura, Colombo, García Basso, Rojas; Nardoni, Sosa, Almendra; Solari, A. Martínez; Conechny o Vergara. DT: G. Costas.
  • River: Armani; Montiel, Martínez Quarta, L. Rivero, M. Acuña; Castaño, E. Pérez, Galoppo o Portillo; J. F. Quintero; M. Salas y Driussi. DT: M. Gallardo.

Datos del partido

  • Cancha: Presidente Perón (Cilindro), Racing.
  • Árbitro: Facundo Tello. VAR: Yamil Possi.
  • Horario: lunes, 19.15.
  • TV: ESPN Premium.

Se viene un partidazo: un clásico viejo en su esencia pero moderno en sus conflictos. En Avellaneda, entre rencores y necesidades, se escribirá otro capítulo que puede marcar el rumbo inmediato de los dos equipos.