Un susto a pocos días del mano a mano con Racing

En una semana en la que todo parece trabado y las preocupaciones se multiplican, River sumó otro motivo de alerta: Lucas Martínez Quarta sufrió un traumatismo que le generó una molestia en la rodilla derecha y obligó a bajar las cargas en la práctica del miércoles por la mañana en Ezeiza.

Estado del defensor y previsiones

Tras ser evaluado por el cuerpo técnico, MQ no deberá someterse a estudios complementarios, por lo que en teoría no tendría inconvenientes para llegar al choque frente a la Academia, que se jugará dentro de cinco días. La idea del club es que el central se entrene con normalidad el jueves por la tarde, siempre y cuando el dolor remitiera y no surja ningún imponderable.

Una preocupación más para Gallardo

El golpe de Quarta se suma al desconcierto general: River no llega en su mejor momento y Marcelo Gallardo todavía no logra definir un 11 ni un funcionamiento ideal. Además, el entrenador espera la evolución de dos futbolistas que ya arrastran lesiones:

  • Gonzalo Montiel: esguince leve en la rodilla izquierda (en observación).
  • Facundo Colidio: desgarro en el isquiotibial izquierdo (en recuperación).

Ambos vienen respondiendo bien a la exigencia y seguirán siendo evaluados durante la semana.

Vuelta tras la suspensión y rol en la zaga

Si supera el dolor del golpe, Martínez Quarta será una de las piezas que regresará al 11 inicial tras cumplir la fecha de suspensión frente a Vélez por acumulación de cinco amarillas —al igual que Marcos Acuña—. Su retorno le permite a Gallardo recomponer una zaga junto a Lautaro Rivero.

Por qué es clave

La vuelta de Quarta no es solo táctica: representa el regreso de un líder con experiencia europea que ya fue determinante en el último mano a mano contra Racing por la Copa Argentina, en Rosario. Allí, el Chino ejecutó un quite quirúrgico que evitó un penal, contuvo a Maravilla Martínez en un mano a mano y, en el segundo tiempo, mostró la versión más firme de su repertorio aéreo.

Además de su jerarquía dentro de la cancha, Martínez Quarta se impone con voz fuerte afuera: tras la dura derrota en el superclásico protagonizó una autocrítica lapidaria en la que pidió «poner los huevos sobre la mesa», reclamó «hombres» en el campo y, pidiéndole disculpas a la gente, definió la actuación como «fue una mierda» y admitió que «no estuvimos a la altura una vez más».

Una misión clara

Con 38 partidos jugados desde su regreso al club y rumbo a los 150 en la Primera de River (actualmente 143), el Chino tendrá la responsabilidad de apuntalar el fondo y empujar al equipo hacia adelante. En un plantel que le cuesta encontrar impulso y aceleración, contar con Quarta se vuelve indispensable.

Votá en la encuesta Olé