Regreso a la convocatoria en el momento justo

El maño vuelve a sonar para la lista tras dos meses de baja y cuando el calendario le pone al Girona una de las visitas más exigentes de la temporada. Alejandro Francés ya ha completado varias sesiones con normalidad y se perfila como una novedad segura en la citación para recibir al Real Madrid en Montilivi.

La lesión y su contexto

Francés llevaba fuera desde el 4 de octubre, día en que se lesionó frente al Valencia —partido que, curiosamente, coincidió con la primera victoria del equipo después de siete jornadas de ansiedad. Su parón interrumpió una progresión que había comenzado a dar frutos.

De suplente a pieza clave

El arranque de temporada para el defensa aragonés fue atípico: sin demasiados minutos al principio, encontró su oportunidad tras una oleada de bajas que dejó a Míchel sin demasiadas alternativas. Aprovechó la ocasión con personalidad y una madurez competitiva que sorprendió incluso a la afición; así reclamó un lugar que hasta entonces parecía reservado para futbolistas más asentados.

Una zaga a medio gas

Desde su lesión, el Girona ha tenido que recomponer su línea defensiva con parches: centrales en posiciones alternativas y un desgaste acumulado que se ha hecho notar en varios compromisos. La vuelta de Francés llega en un momento de necesidad concreta:

  • Daley Blind aún en proceso de recuperación
  • David López fuera de combate
  • Arnau obligado a multiplicarse en el esquema

¿Titular o revulsivo?

Es poco probable que Míchel apueste por él de entrada en un choque de tanta exigencia, pero la entrada de Francés como recurso defensivo puede resultar determinante: piernas frescas, sentido posicional y solvencia en el mano a mano serán armas valiosas frente a un rival que buscará imponer ritmo y admiración.

El rival llega con ganas de recuperar sensaciones

El Real Madrid aterriza en Montilivi tras enlazar empates ante Rayo Vallecano y Elche, con la intención de reivindicarse y recuperar sensaciones. Ese contexto convierte el regreso de Francés en algo más que una simple alternativa: para el Girona supone recuperar a un futbolista que acababa de empezar a crecer justo antes de frenarse.

Qué significa su regreso

Más allá de cubrir una baja puntual, la vuelta de Alejandro Francés devuelve al equipo una pieza que había mostrado señales claras de evolución. Para el joven central es la oportunidad de demostrar que su ascenso no fue circunstancial, sino la consecuencia de una progresión constante —y para el Girona, una inyección de solidez en un momento en el que cada detalle defensivo cuenta.