Una decisión desde el escritorio que encendió más de una polémica
La AFA y sectores de Rosario resolvieron reconocer con un título “administrativo” a Rosario Central por sus méritos en la acumulación de puntos durante las fases de grupos de los dos torneos del año. La decisión, tomada fuera del campo de juego y a contramano de la letra estricta de los reglamentos, parecía buscar un refrendo generalizado dentro del ambiente futbolero argentino. Pero la reacción fue distinta a la esperada: en vez de consenso hubo rechazo y debate.
La maniobra y su efecto estadístico
El otorgamiento inmediato impactó en las estadísticas oficiales; ahora resta ver si esa mención quedará erguida en la historia del fútbol o dispersa por el desprecio público. Lo cierto es que la resolución se percibió como un forzado acomodo del resultado administrativo para favorecer a un club, una retorcida interpretación de normas cuando ya estaban dadas las circunstancias.
El pasillo que no fue: el gesto de Estudiantes
La polémica incluyó una provocación adicional: obligar a Estudiantes, rival de turno, a tributar el tradicional “pasillo de honor” a Central, a sabiendas de que ese club representa la postura opositora más visible fuera de la AFA. La respuesta de los jugadores pinchas fue contundente y simbólica: se formaron de espaldas al paso de los futbolistas rosarinos, desestimando el trámite impuesto.
Una actitud con eco social
Ese gesto fue celebrado por una porción considerable del público argentino, que se identificó con la postura de Estudiantes. No fueron sólo los hinchas del Pincha los que lo interpretaron como una réplica legítima ante una concesión percibida como injusta; la mayoría de las voces populares lo vivieron como una toma de posición contra un premio regalado.
Reacciones institucionales y de calle
- En los pasillos formales, muchos representantes de clubes optaron por el silencio, evitando confrontar en el ámbito donde se debían dar las discusiones.
- En las tribunas y redes, la respuesta fue mayoritariamente de rechazo hacia el título otorgado por escritorio.
- Lo administrativo ya quedó registrado en los libros, pero la legitimidad social está muy lejos de estar garantizada.
El juego que terminó de sellar la historia
Curiosamente, Estudiantes había accedido a los octavos en virtud de una última fecha en la que Huracán no pudo ganar debido a un arbitraje que muchos calificaron de bochornoso y polémico. Ayer, con un juez que ofreció una actuación lejos de esas sospechas, Estudiantes ganó en Rosario y evitó que Central pudiera defender el supuesto título del Clausura en la cancha.
Una paradoja final
Lo que pretendía ser un homenaje al rendimiento de Central terminó convertido en una escena forzada y con consecuencias opuestas a las buscadas. La entrega improvisada y el intento por imponer un reconocimiento administrativo terminaron provocando el repudio masivo y una respuesta deportiva que desactivó la celebración dentro del terreno de juego.