Asunción y ese lazo paraguayo con Lanús que vuelve a latir
ASUNCIÓN (Enviado especial).- A medida que se acerca la final de la Copa Sudamericana entre Lanús y Atlético Mineiro —este sábado a las 17 en el estadio Defensores del Chaco— los hinchas paraguayos recuperan una vieja afinidad con el Granate. No se trata sólo de neutralidad o del deseo de ver un buen partido: seguidores de Cerro Porteño, Olimpia o Libertad siguen con interés al equipo argentino porque, en los últimos años, los futbolistas paraguayos dejaron una huella profunda en la institución del sur del conurbano bonaerense.
Lanús como trampolín
Para muchos compatriotas, Lanús fue y sigue siendo un trampolín. Miguel Almirón es el nombre que suele aparecer primero: surgido en Cerro Porteño, pasó por Lanús y se consagró con el título local 2016 y la Copa Bicentenario de ese mismo año, cuando el Granate venció a Racing en Avellaneda. Desde allí despegó hacia Atlanta United, dio el salto a Newcastle (Inglaterra) y volvió al fútbol de Estados Unidos.
En paralelo, la buena campaña de la selección paraguaya bajo la conducción de Gustavo Alfaro y las esperanzas puestas en el camino hacia el Mundial 2026 alimentan un optimismo que hacía tiempo no se respiraba.
De la lesión de Dejesús al resurgir de Canale
El Lanús de Mauricio Pellegrino encontró en esta temporada un pilar inesperado: José Canale. Volvió de un préstamo en Querétaro (México) con pocas certezas sobre su lugar en el equipo, pero el técnico lo evaluó, lo incluyó en el plantel y cuando tuvo la oportunidad Canale la aprovechó. Es cierto que su primer paso por el club fue discreto, pero ahora rindió y se ganó su espacio.
La aparición de Canale se produjo, paradójicamente, por la desafortunada lesión de otro paraguayo del plantel: Ronaldo Dejesús. El defensor sufrió una fractura de cráneo durante la victoria ante Huracán (2-0) por la Copa Argentina, lesión que lo mantuvo fuera de las canchas durante tres meses. Dejesús, que había llegado con proyección y era uno de los más destacados, volvió a jugar hace poco y viajó con el plantel a Asunción.
Sobre la decisión de incluir a Canale, Nicolás Russo, presidente de Lanús, explicó a LA NACION: “Lo de Canale fue mérito de Pellegrino. En ese momento estábamos buscando un zaguero colombiano. Pero cuando volvió José frenamos todo. El técnico consideró que podía ser un jugador muy útil y, por suerte terminó quedándose. Los resultados están a la vista. Ha rendido muy bien”.
Apoyos y cruces de lealtades
En las últimas horas Miguel Almirón regresó al país y, en el aeropuerto, dejó una frase que resume los inevitables cruces afectivos de esta final: “Sí, voy a apoyar a Lanús… A Lanús y a Junior Alonso”, dijo en referencia a su compañero en la selección. Ese gesto choca con otro vínculo fuerte: Junior Alonso es una de las piezas fundamentales de Atlético Mineiro, dirigido por el argentino Jorge Sampaoli, por lo que en esta final habrá solapamientos de intereses.
Referentes históricos: Ayala, Gómez y otros
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Víctor Ayala ocupa un lugar preferencial en la memoria granate. Fue figura clave en la conquista de la Copa Sudamericana 2013 bajo la conducción de Guillermo Barros Schelotto y anotó uno de los goles en la final contra Ponte Preta (2-0). En una reciente entrevista con TNT Sports dijo: “Lanús está haciendo algo que nadie hace, en silencio. La gente se está malacostumbrando al llegar a tantas finales, si bien perdieron la Libertadores y la Sudamericana (2020). Es un club ordenado, que sabe lo que quiere y tiene el protagonismo de sus hinchas. Lanús es pertenencia. Estoy contento por ellos. Nunca me olvido de cuando llegué en 2012”.
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Gustavo Gómez es otro ejemplo de éxito. Fue observado por los mellizos Barros Schelotto y potenciado por Jorge Almirón; formó parte del plantel campeón en 2016. Milan pagó alrededor de 9 millones de dólares por su pase —compartido en partes iguales con Libertad—, y luego el zaguero recaló en Palmeiras, donde se afianzó.
El rendimiento fue acompañado por negocios
Los lazos futbolísticos también tuvieron su rédito económico para Lanús. La venta de Miguel Almirón dejó en las arcas del club unos 8,5 millones de dólares. Milan abonó cerca de 9 millones por Gustavo Gómez, y Al-Nassr adquirió a Víctor Ayala por algo más de 2 millones; en el caso de Ayala hubo incumplimientos en los pagos y el tema llegó a la Justicia.
Vínculos personales y apoyo mutuo
El afecto entre compatriotas se dejó ver en gestos y testimonios. Ayala, Canale y Dejesús participaron en un video motivacional que el club difundió antes de viajar a Asunción. Sobre la relación con Canale, Dejesús contó a Fortaleza Granate: “Más allá de que me lesioné y tuve que dejar el puesto, es muy que un compatriota triunfe y que las cosas le salgan tan bien a José. Si a él le va bien, al club y a nosotros también. José fue el que más cerca estuvo conmigo, me acompañó al sanatorio, le ayudó a mi familia en todo momento. Estoy muy agradecido con él porque estuvo apoyándome en el momento más crítico”.
Ayala, por su parte, mencionó vínculos del pasado y el presente: “Sigo hablando con dos grandes referentes y Dios quiera que puedan lograr el objetivo de ser bicampeón de la Sudamericana que son Laucha Acosta y Carlos Izquierdoz. Son grandes compañeros que los tuve en el 2012”.
El día llegó
Este sábado será la prueba para Canale y Dejesús: la final ante Atlético Mineiro pone sobre el césped de Asunción no sólo un título, sino la continuidad de un vínculo entre Lanús y el corazón guaraní que, a lo largo de la última década, siempre dio frutos dentro y fuera de la cancha.