Noche para el olvido en Stamford Bridge
Hay partidos que se tuercen desde el primer instante y anoche el Barcelona vivió una de esas veladas. En Stamford Bridge salió a remolque frente al Chelsea y acabó pagando caro una noche para borrar de la memoria. La expulsión de Ronald Araujo y el naufragio del mediocampo blaugrana marcaron el rumbo del encuentro, aunque todo empezó a desmoronarse desde el fallo clamoroso de Ferran, que habría puesto el 0-1 y otro partido.
Claves del desastre
- Ferran desperdició una ocasión clarísima que podía haber cambiado el guion.
- El Barça encajó un gol en propia puerta y todos los rebotes favorecieron al local.
- El mejor joven del duelo fue Estevao, y Lamine quedó neutralizado.
- El esperado regreso europeo de Joan García se vio empañado por la noche adversa.
La actuación de Cucurella y la roja de Araujo
Marc Cucurella fue lo más destacado del equipo culé: asistió en el primer tanto, forzó la tarjeta roja de Araujo, anuló a Lamine y mostró una personalidad que contrastó con la incertidumbre rival. Araujo, por su parte, se equivocó en la protesta tras la primera amarilla: un central no puede permitirse una cartulina por increpar al árbitro, aunque fuese capitán y creyera que el diálogo estaba permitido. En la segunda tarjeta pudo ser más cauto, sobre todo en una zona del campo sin incidencia decisiva.
Problemas en el corazón del equipo
Con once no había salido mejor el Barça; con diez tampoco, y el segundo tanto terminó por hundir cualquier posibilidad de reacción. El planteo inglés fue rápido y agresivo, con mucho físico y un mediocampo dominador liderado por Caicedo y Enzo. Mientras tanto, el trío barcelonista De Jong, Fermín y Eric no tuvo su noche: el mediocentro apenas intervino 14 veces en la primera parte. La ausencia de Pedri se notó y el equipo quedó excesivamente penalizado por la falta de control en el centro del campo.
Probablemente hacía falta sumar un hombre más en el medio, pero la expulsión condicionó de forma decisiva. Hacia el final el Barça acabó con un centro del campo formado por De Jong, Christensen y Raphinha —de esos tres, solo uno era mediocampista puro hasta la entrada de Olmo—, una señal de que la remontada tácticamente era complicada.
Contexto europeo y reflexión
La Champions exige nivel físico, concentración y frialdad para salvar los detalles malos. Esta misma jornada lo recordó: el City cayó en casa ante el Leverkusen, el Villarreal fue goleado en Dortmund y el Athletic no pudo marcar en Praga. Fue, en definitiva, una noche amarga y fatídica para el fútbol español.