Kenan Yildiz devuelve vida a una Juventus moribunda

Juventus llegó a Noruega con más dudas que certezas y pareció pagarlo caro en la primera mitad contra el Bodo/Glimt. Pero la entrada de Kenan Yildiz al inicio del segundo tiempo cambió el trámite: el joven turco incendió el partido, se convirtió en la llave del resurgir de la «vecchia signora» y fue decisivo en la remontada que terminó 1-2.

Un primer tiempo para preocuparse

La Juventus ofreció un espectáculo para el olvido en los primeros 45 minutos: dominada por los noruegos, sin presión coordinada y con un juego desordenado que obligó al propio Luciano Spalletti a mostrar un gesto de inquietud en la banda. Los italianos llegaron al descanso cayendo en el marcador y con la sensación de haber sido superados.

El único que inquietó a Haikin de forma esporádica fue el pequeño Conceiçao, pero fueron acciones aisladas. El Bodo/Glimt fue imponiendo su fútbol, generó ocasiones claras y aprovechó una de ellas. Tras un par de avisos, Blomberg conectó con la peinada de Hogh para batir a Perin en el minuto 27.

El vuelco: Yildiz y la segunda mitad

Spalletti movió piezas en el descanso, sustituyendo a Adzik por Kenan Yildiz, y el cambio fue radical. El turco mostró un nivel superior: cualquier balón que cayó en sus botas tomó otra velocidad, con quiebres secos y pases filtrados que hicieron daño al Bodo/Glimt.

  • Min. 48: la primera jugada que gestionó terminó en gol para Openda.
  • Más tarde, un tanto de Miretti fue anulado.
  • Min. 54: McKennie, hasta ese momento poco participativo, apareció para marcar y poner la ventaja parcial.

Fue Yildiz quien orquestó varias acciones, provocó rupturas y generó decisiones vitales dentro del área rival. La sensación era que la Juve iba por más, pero el partido seguía vivo gracias a Haikin, autor de salvadas determinantes que mantuvieron a Bodo en la pelea.

Final dramático y premio para la audacia

El pecado de Juventus fue no sentenciar el encuentro. En el minuto 87, una imprudencia de Cabal derivó en penal que Fet transformó, devolviendo la igualdad y helando por momentos al equipo italiano. Parecía que los puntos podían escapar en un final angustioso.

Sin embargo, Yildiz aún tenía una carta por jugar: tras varios amagues disparó y el rebote quedó servido a Jonathan David en el 92′, quien cerró el marcador y aseguró tres puntos agónicos para la visita.

Claves del partido

  • La apatía inicial de Juventus y el dominio territorial del Bodo/Glimt en la primera mitad.
  • La entrada de Kenan Yildiz en el entretiempo, que reactivó al equipo y generó desequilibrios constantes.
  • Las intervenciones de Haikin que mantuvieron con vida al local hasta el final.
  • El penal de Cabal y la reacción final que convirtió Jonathan David en héroe tardío.

Si hay una lección clara, es que desaprovechar a un jugador como Yildiz sería un error para cualquier grande de Europa. Esta Juventus, tocada pero no vencida, respira después de una victoria que vale por la convicción recuperada más que por el marcador.