Empate en Praga que deja más sensaciones que resultado

El Athletic mereció algo más el pasado martes en Praga. El 0-0 final fue un veredicto tibio que no termina de ajustarse a lo visto sobre el césped: nadie consiguió romper la red y, aunque los dos rivales tuvieron sus opciones, fueron los de Valverde quienes crearon las ocasiones más claras para haber marcado.

Porteros y muro defensivo

Los guardametas pesaron como siempre en el resultado, pero el aspecto más alentador de esa fría y pasada por aguanieve noche checa fue la solvencia de la zaga rojiblanca. Vivian y Paredes rindieron a un gran nivel frente al gigantón Chory, y Unai Simón, junto con los dos laterales, ofrecieron una actuación aceptable en líneas generales.

No obstante, hay matices: de Areso se espera más, y Adama todavía no logró soltar el freno de mano que le permita explotar su talento en el equipo.

Rendimientos individuales y preocupaciones

  • Rego: Jugó un partido correcto; el bilbaíno parece crecer conforme avanza la temporada.
  • Galarreta y Jauregizar: Ambos todavía no alcanzan el nivel al que acostumbraron a técnicos y hinchas; están pagando demasiada tralla.
  • Berenguer, Sancet y Nico Williams: Muy lejos de sus posibilidades reales; buena parte de los males del Athletic en lo que va del curso se explica por la baja forma de estos tres.
  • Iñaki Williams: Su ausencia, que se prolonga en el tiempo, complica aún más el panorama ofensivo del equipo.

Prioridades claras

Con todo esto sobre la mesa, resulta más sensato mirar hacia los que saltan al césped y enfocarse en recuperar rendimientos individuales antes que obsesionarse con el nombre en el banquillo. Valverde es el mismo de las últimas temporadas; lo que cambió es el equipo.