Hace dos años se vivió el Sínodo de la Amazonía, un hecho inédito  en la historia de los sínodos porque por primera vez se encontraron las altas autoridades eclesiales  con pueblos originarios en un diálogo horizontal y de escucha.

 Por Carmen Julia Luján C.

 Yesica Patiachi, indígena Harakbut y Consejera de la REPAM, desde su participación en el Webinar “2 años del Sínodo Amazónico: avances y perspectivas por una Iglesia sinodal”  resaltó el hecho histórico que marcó el Sínodo de la Amazonía para la iglesia católica, pero también para los pueblos indígenas.

Este momento inédito se vivió desde el diálogo horizontal y de escucha en el aula sinodal en Roma, entre obispos sinodales, altas autoridades eclesiales, y pueblos indígenas representados en hombres y mujeres.

“Por primera vez en la historia participaron miembros de pueblos originarios, esto marcó un hito para la historia de la iglesia como para la historia de los pueblos indígenas, jamás se había visto la participación de personas de pueblos tan alejados en un Sínodo. (…)  ser una de las protagonistas, eso me impactó mucho y que el Papa desde la inauguración diga ‘acá estamos’ para escuchar a los pueblos originarios”, aseguró.

Patiachi en su intervención también habló sobre la coherencia de acciones del Papa Francisco e insistió en la sinodalidad, es decir,  en el caminar juntos mediante la participación, la escucha y el sentido de encuentro.

También indicó sobre el  gran desafío que existe  en cuanto a la transformación de la iglesia católica de América Latina y , en específico de la iglesia en la Amazonía, que al mismo tiempo  brinda una nueva mirada a la iglesia universal.

“Aún a muchos religiosos y congregaciones les cuesta entender de que la iglesia católica ya no es como fue hace muchos años, se está transformando y hablar de la iglesia en la Amazonía  es más complejo. Creímos que ningún líder lo iba a entender, pero el Papa comprende muy bien”, destacó.

Sobre esta transformación Patiachi resalta que  es una conversión que invita a “remar juntos”, con paciencia y perseverancia porque todavía no existe la comprehensión plena de la Amazonía en territorio y cultura, para ello es necesario hacer un acercamiento desde la interculturalidad, y eso es distinto a “imponerse”.

“En el Sínodo yo sentí que el Papa Francisco sí está (con nosotros), pero tenía muy pocos soldados a su favor, y  a  mucha gente le costaba entender”, indicó.

Asimismo, Patiachi señaló que la iglesia ya no tiene que estar “divorciada” con los  pueblos indígenas  ni tiene que llevar una relación “tóxica”, más al contrario es necesario el  caminar juntos. Así como lo vienen realizando algunas instituciones.

Desde esta perspectiva reconoce que  la REPAM , la CEAMA, la CLAR, laicos e instituciones involucrados, comprenden que la Amazonia está “ensangrentada” y que se debe dejar de ser simplemente  testigos y  actuar desde alianzas, pero no desde recetas o proyectos a mediano ni largo plazo, al contrario, desde la complejidad de la Amazonía,  la sinodalidad es imprescindible para el caminar juntos, es decir,  un acompañamiento integral.

“La Amazonia es compleja y no nos desanimemos por eso, el caminar juntos va ser posible con fe, empatía y solidaridad y mucha capacidad de escucha. El hecho de tener un cambio como persona frente a los problemas  de la Amazonía ya es un paso, ya estamos caminando en sinodalidad”, finalizó.

 

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